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SPEM... El significado de la esperanza 10

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leyva1130's avatar
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SPEM… El significado de la esperanza

NOTA: “El Origen de los Guardianes” no me pertenece, son obra de William Joyce y de Dreamworks. Los personajes que no son mencionados en la película o en los libros, son de mi propiedad.

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CAPITULO 10
Naturaleza humana.

Exactamente ¿cómo habían terminado de esa forma?

Se preguntó en silencio aquel armiño que avanzaba entre la espesura del bosque, maldiciendo por algunos segundos el haber salido de la seguridad de su madriguera, donde esperaba que sus crías estuviesen durmiendo a pesar de no estar él presente, olvidándose por un momento el deseo del confort propio y poniendo atención a aquella cría de conejo que parecía comenzar a temerle a la oscuridad que les rodeaba.

Y no le culpaba. Claro que no. Después de todo, se trataba de una pequeña cría perdida, la cual seguramente ya había perdido a sus padres a manos de los cazadores que estuvieron asolando esos territorios míticos y mágicos.

De alguna forma, no entendía cómo es que los humanos habían llegado a avanzar tanto por aquellas zonas, cuando existían una serie de espíritus que les protegían de cualquier amenaza, principalmente por aquella zona que pocos se atrevían a transitar por temor a lo que se ocultaba en su centro…

Además, la oscuridad que les rodeaba no era para nada normal; la vegetación de los alrededores no era demasiado densa como para que provocara que los tenues rayos de la luna que iba muriendo desaparecieran… los mismos claros en los que entraban no eran suficientes para poder transitar tranquilamente, arriesgándose cada vez más a andar en las zonas menos espesas y más amplias del bosque.

El riesgo de perderse estaba latente con cada paso que daban, comenzando a desconocer aquella zona boscosa… ahora no solo estaba el peligro de encontrarse humanos cazadores, sino de perderse por completo en aquel lugar.

Trago pesado, mientras su pelaje se mantenía erizado como si estuviera en peligro constante, sin que sus ojos o el resto de sus sentidos lograran percatarse de que en verdad existiera un peligro mucho más cerca del que llegara a imaginarse.

– No te alejes de mi – indicó al pequeño conejo que iba a su lado, poniendo atención a todos lados, moviendo sus orejas constantemente y sus bigotes para ubicarse… el sonido del viento paso por encima de ellos, mientras el armiño convertía en rayitas sus pupilas por unos breves instantes, antes de voltearse y jalar con su hocico de una oreja al pequeño conejo.

El resto de animales habían hecho bien al correr ocultarse… y él, en dejar guardadas sus crías para que sobrevivieran de cualquier peligro…

– Ven – ordenó, metiéndose entre unos arbustos, colocándose encima del conejo para que guardara silencio, mientras que entre las ramas y hojas del arbusto observaban pasar a un grupo de tres humanos, todos ellos hombres adultos, que cargaban sus armas y mochilas.

– Bill, cállate – ordenó uno de pelo negro, mientras parecía voltear por los alrededores al haber escuchado algo entre la hojarasca, acercándose lentamente, mientras el armiño comenzaba a sudar en frio al darse cuenta de la mala suerte que habían tenido, al dirigirse directamente a los cazadores.

Las pisadas resonaban en sus oídos, mientras se aplastaba más y más sobre la pequeña cría de conejo asustada, murmurándole que tuviera valor y calma, que todo saldría bien, tratando de creerse sus propias palabras al pensar en sus crías que esperarían a su retorno y que no tenían a nadie más en el mundo para cuidarles…

– Sucede algo? – preguntó uno de cabellera rojiza, mientras que el de pelo negro se agachaba para tomar una piedra del suelo suavemente…

La respiración del armiño se iba haciendo mucho más rápida, mientras recargaba su cabeza a la altura del pequeño conejo que mantenía apretados sus ojos, tapándose la boca para evitar emitir algún sonido.

– Escucha bien… si me sucede algo, quiero que corras lo más rápido que puedas en dirección contraria a esos sujetos… no voltees, no grites, no te detengas… corre con todas tus fuerzas, hasta la zona más segura – ordenó, erizando su pelaje al distinguir al fondo del bosque la figura oscura, envuelta en una capa, esperando el momento de llevarse un alma más…

El humano, finalmente arrojo la piedra sobre la hojarasca con algo de fuerza, provocando que un pequeño ser saliera de entre los arbustos, escuchándose un disparo en el aire que dio contra una pernis que había emprendido el vuelo, y ahora caía sobre el suelo, completamente inmóvil por el daño de la bala, mientras el espíritu expectante, desaparecía llevándose entre su mano una pequeña luz.

– Excelentes instintos Roy!!! – felicito el individuo de nombre Bill, apresurándose a recoger la presa atrapada, mientras el pelirojo se acercaba a ver al animal.

– Te dije que si buscábamos en la noche, encontraríamos buenas presas… esos tontos animales son más fáciles de atrapar cuando están dormidos o adormilados – explicó Roy, metiendo al ave dentro de una bolsa, mientras que, en el otro arbusto el armiño se mantenía sobre la cría, ambos temblando y agradeciendo no haber sido ellos los hallados por dichos sujetos – incluso, algunos puedes cogerles vivos y venderlos a buen precio como mascotas.

Las voces de dichos individuos se fueron acallando conforme avanzaban, hasta que el silencio regreso al bosque, ahora más profundo y molesto con la visita del espíritu de la muerte…

En cuanto estuvo seguro que ese trio de humanos se había ido, el armiño se relajó, comprendiendo que esa horrible sensación de peligro constante que había vivido segundos atrás era provocada por el espíritu de la muerte que paseaba en esos alrededores, recogiendo las almas de las criaturas seleccionadas por la suerte, tal y como sucedió con su pareja.

– Por… por qué?

El murmullo de la voz infantil le hizo levantar las orejas, agachando la mirada para ver al pequeño conejo que mantenía fija su vista en el charco de sangre que había dejado el ave fallecida, entendiendo que el niño no tenía idea de lo que había sucedido, empezando a preguntarse sobre los orígenes de tan singular criatura.

Para empezar, el brillo en sus ojos era diferente al del resto de animales, independientemente del tamaño que presentaba su cuerpo, mayor al de un conejo normal… y las marcas que tenía en su pelaje, diferentes a cualquiera que hubiese visto en cualquier especie de roedor.

– Por qué hacen eso? – preguntó el pequeño de ojos verdes, observando expectante al mayor como si pudiera darle la respuesta correcta.

El mamífero le observó por un buen rato, sin moverse ni mostrar expresión, aun a pesar de que el pequeño conejo se había movido del lugar donde se encontraba y se encogía un poco sobre sí mismo…

– Porque son humanos – respondió finalmente, dándose vuelta para continuar con el camino de regreso a su hogar.

– Humanos… – repitió el pequeño conejo, parpadeando, antes de comenzar a andar detrás del armiño que guardaba silencio – y sólo por ser humanos matan a otros animales? No tiene sentido!!!

El adulto continuó andando, deteniéndose por momentos para vigilar que nada estuviera presente en los alrededores, ni existiera alguna trampa que les condenara a ambos, escuchando las preguntas y quejas del pequeño conejo, que en definitiva desconocía todo lo concerniente a la vida natural.

– Mira niño – respondió luego que encontraran un claro iluminado, dirigiéndose dentro de un tronco hueco tumbado en el suelo para descansar un poco – es parte de su naturaleza… algunos de nosotros matamos para alimentarnos, así es la ley natural… hoy cace dos ratones para darles de comer a mis hijos… pero los humanos, se saltan dicha ley natural, son pocos los que cazan para alimentarse, la mayoría lo hace para colocarnos en sus hogares, junto a la chimenea, en las paredes, para adornar sus cuerpos… te puedo asegurar que más de uno de mi especie que se dejo atrapar, se convirtió en un abrigo o chaqueta.

Se quejó el adulto, sentándose sobre sus traseros, dándole una mirada dura al pequeño conejo.

– Incluso, tu podrías convertirte en un lindo chaleco para ellos… o un par de guantes, para presumir entre sus amigos, el haber matado a una indefensa cría de conejo – dijo, dejándose caer de lleno sobre el suelo para descansar un poco.

El pequeño conejo, se sentó de igual forma en el suelo, volteando a los lados para observar el interior del tronco, recordando algunos de los ubicados en el hogar de su padre, donde todo era diversión y juegos, no tenía que cuidarse más que de no caer o tropezar… no había nada de qué preocuparse, puesto que los “humanos” no entraban en sus dominios… el único cercano a un humano era su madre, y sólo en forma.

– Mi nombre es Spem – murmuró finalmente, tratando de continuar con la charla con el adulto… a pesar de estar junto al armiño, comenzaba a sentirse extrañamente solo.

– Hmm… soy Mordisco – respondió el adulto, moviendo muy apenas sus orejas, mientras el niño sonreía suavemente…

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– Estas seguro que viste algo por este lugar? – preguntó Jamie a Ruth, quien había asentido suavemente, mucho más tranquilo luego de haber recorrido por mucho rato los caminos del bosque con su amigos, resignados a que se encontraban perdidos – sigo pensando que deberíamos esperar a que amanezca, después de todo, las chicas también deben estar preocupadas porque no hemos regresado.

– Lo sé, pero estoy seguro que escuche una voz en esta dirección – respondió Ruth, apuntando con su lámpara la dirección que creía la correcta – había varios grupos de cazadores, así que tal vez podamos encontrarnos con alguno y tener refugio.

Jamie resopló suavemente, deteniéndose en su sitio, negando con la cabeza, mientras Phil se acomodaba los lentes.

– Y si lo que estas escuchando es un “Chaneque” o algún espíritu del bosque? – preguntó Jamie, provocando que el resto de sus amigos se giraran a verle atentamente sin creer lo que estaba diciendo su amigo.

– No hablas en serio, o si? – preguntó Ruth, observando el asentimiento de Jamie, sin dr crédito a eso.

– Jamie, ya hemos hablado sobre todo eso… esas criaturas NO existen, así que es seguro que se trata de UN SER HUMANO… ahora andando – ordenó Ruth.

– Déjale, ya está asustado porque no encontramos el camino de regreso – consoló Phil, obteniendo una sonrisa de parte de Jamie, quien se acomodo el rifle en su hombro y continuó avanzando detrás del chico que se había colocado como líder del grupo, seguro que aquella voz que aseguraba escuchar (y que él no lo hacía) no era más que un espíritu del bosque.

Más allá de donde se encontraba el grupo de chicos, otra sombra de ojos amarillos parecida a las que les vigilaba constantemente, se aparecía frente a los tres individuos adultos que regresaban a su campamento, asustándoles y huyendo a paso rápido pero visible.

– QUÉ RAYOS FUE ESO!!! – Exclamó uno de ellos, levantándose del suelo, mientras el pelirojo se quitaba la gorra observando con una amplia sonrisa aquella criatura.

– QUÉ IMPORTA?!! SEA LO QUE SEA, DEBO DE CONSEGUIRLA PARA MI SALA!!! – Sin más, se levantó tomando su rifle, dejando atrás a sus dos amigos, que parecían tratar de encontrarle forma al animal que se les había atravesado al frente, sin animarse a seguirle al considerarlo peligroso.

Algo en el interior de ellos, se había removido violentamente, dándoles el sentimiento oculto de cuando eran unos simples niños asustados de la oscuridad que ahora ya no le temían…

Una sensación… como si la peor de sus pesadillas se hubiese convertido en realidad, sin saber que ese sentimiento comenzaba a alimentar a una criatura que se mantenía oculta entre las sombras, mientras la luna menguante no podía hacer nada para evitar el trágico destino que se acercaba… y que sólo un milagro podría detener y cambiar el destino.

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El hombre pelirojo corría entre los árboles y arbustos del bosque, manteniendo fijada su vista al frente y en aquella sombra que parecía moverse rápidamente, incluso, podría llegar a jugar que le había visto atravesar entre un hueco demasiado angosto de dos arboles que crujieron, dejando atrás un polvo negro brilloso que ignoro por completo.

Entre salto y golpes, fue avanzando rápidamente, sin interesarle la oscuridad que se presentaba cada vez más y más cerrada.

“busca la oscuridad para protegerse” – pensó al comenzar a sudar en frio e ignorando el sentimiento de temor y miedo que se removía en su corazón, utilizándolo como un tipo de móvil o motivación para demostrar que era mucho más fuerte que ese simple animal que comenzaba a aventajarle en la carrera.

Apretó sus manos alrededor del arma, olvidándose por completo el acallar el sonido de sus pasos, escuchándose tronar las ramas y hojarasca que encontraba en su camino, golpeando y rompiendo ramas al ton ni son, sin importarle los rasguños en su cuerpo y los desgarres de su ropa.

“serás mío” – pensaba al saltar sobre un tronco para evitarlo y cayendo de bruces, al no contemplar un pequeño boquete en la tierra, seguramente  la entrada a la madriguera de algún animal, levantándose y maldiciendo por lo bajo…

La criatura fue avanzando, manteniéndose lo suficientemente alejado para no ser dañado, pero cercano para mantenerse visible ante el humano cuyo corazón había sido ensombrecido por la vanidad y el orgullo, negándose a ver al niño que sobrevivía en lo más profundo de su corazón.

El rey de las tinieblas, esperaba pacientemente en un claro, pensando que había sido difícil elegir al vehículo que llevaría a cabo todos sus planes… necesitaba a un humano cuyo corazón fuera mucho más manejable, que ese aspecto infantil se mantuviera latente y fuese el motor que le moviera a ejecutar cualquier acto sin remordimiento.

En un inició, había pensado en aquel chico de nombre Jamie cuyo lazo con los guardianes era mucho más profundo que cualquier otro chiquillo crecido, pero la inocencia y luz de su corazón le impedía poder manejarlo a placer… por lo que tendría que hacerse de un títere mucho más sencillo.

Finalmente, se envolvió entre las sombras que le rodeaban, avanzando en dirección de dónde se encontraba la víctima de su pernicioso plan, llegando hasta dónde se encontraban ocultos el pequeño conejo y el armiño.

– spem…

Una voz resonó entre la arboleda, provocando que el pequeño levantara las orejas y saliera del hueco donde se ocultaban.

– Oye niño, que haces? – preguntó el armiño, erizándose al ver lo que hacía la cría.

– Alguien me está llamando! – respondió, saliendo y volteando a todos lados… sólo alguien que le conociera o a sus padres, podría llamarle por su nombre.

– Espera!! Ven acá!!! – ordenó el armiño, asomándose muy apenas al ver que el niño corría en dirección de unos arbustos, sin poder distinguir o escuchar el supuesto llamado que mencionó la cría.

– Ya voy!!!

– Espera!!!!

– Spem!!!!

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NOTA: “El Origen de los Guardianes” no me pertenece, son obra de William Joyce y de Dreamworks. Los personajes que no son mencionados en la película o en los libros, son de mi propiedad.
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CAPITULO 9

Habían pasado tan sólo unos minutos, cuando todos los chicos ya se encontraban levantados, algo alarmados, por el grito emitido por su amigo que no dudo en entrar en algunas tiendas del campamento para despertarles, con una expresión entre asustado, feliz y emocionada por haber logrado alcanzar a ver a la criatura que desde hace algunas noches, les motivo a avanzar por aquel bosque, llegando a dicho punto.
Todos ellos se arreglaban y colocaban cuanta prenda podían alcanzar, les protegiera, pero no les estorbara al correr en su búsqueda de aquel ser. Los más atrevidos del grupo, ya tenían la ro
Siguiente: próximamente :icondragonmusicplz:

Y luego de más de un año, finalmente me digno a publicar un nuevo capítulo de este fic. Si les soy sincera, no sólo fueron las ocupaciones el trabajo y escuela, sino también el hecho de que la inspiración se fue… como sea, decidí comenzar a poner atención a los fics que tengo pendientes, para que vayan avanzando.

Y así como comencé a escribir, se me ocurrieron algunos dibujos o comics para esta historia, que irá complementando un poco a la historia, así como que me sirve de practica de los personajes XD.

Espero que les guste ;p

Historia, humanos, Spem © :iconleyva1130:
El origen de los guardianes © William Joyce
*Spem= (latín) Esperanza, deseo de un futuro mejor.

© 2015 - 2024 leyva1130
Comments2
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KikyouNez-sama's avatar
Volvió Spem!!!
Menos mal, ya le extrañaba!!
Excelente capítulo!
Como siempre las descripciones son muy buenas!
:heart: