Cantando bajo la nieve

– Podrías borrar esa sonrisa de payaso que te cargas… está comenzando a fastidiarme desde hace días…

– Por qué te molesta tanto verme feliz… ni por nuestra amistad, te tomas la molestia de alegrarte por mí.

*suspiro*

– Bien… soy feliz de que seas feliz… Contento? pero hazme el grandísimo favor de quitar esa sonrisa, me perturba… es linda, pero me molesta… BÓRRALA YA O COMENZARAN A PENSAR LOS SOLDADOS QUE ERES UN DÉBIL SENTIMENTALISTA!!! – Gritó furioso un pingüino de ojos amarillos a su compañero que caminaba a su lado – cómo es que algo como eso te puede hacer tan feliz? ¬~¬

El pingüino aludido sonrió antes de dar un salto y quedar frente a su compañero y llevar sus aletas a su espalda…

– En serio quieres saberlo?? – preguntó con una sonrisa pícara y esponjando el pecho orgullosamente, antes de abrir su pico y comenzar con una suave melodía de una de sus películas favoritas que había visto en su juventud… mientras su compañero levantaba una ceja curioso por su respuesta.

Estoy cantando bajo la nieve
Sólo cantando bajo la nieve
¡Qué glorioso sentimiento!
Y soy feliz de nuevo

Algunos copos de nieve caían del cielo, mismos que fueron notados por ambos luego del inició de la melodía, mientras el pingüino de los ojos verdes daba algunas volteretas sobre la nieve y bailaba felizmente, como si hubiese ocurrido lo mejor en su vida.

Está nevando
Oh baby, está nevando
Baby ven aquí
Ven a mí
Está nevando
Oh cariño nieva
Baby ven aquí
Ven a mííííííííííiíí

El brillo que mostraba en sus ojos era algo único, un brillo que no veía desde hace años el oji-amarillo en su compañero, quien le miraba cantar y bailar, aprovechando la existencia de pocos soldados en el lugar…

Los brincos del oji-verde terminaron al dar un salto en un poste y quedar levemente colgado en el aire, sosteniéndose de una aleta y una pata, mientras daba una nota poco más alta.

*sonido de disco rayándose*

Un fuerte quejido se escuchó, así como el sonido de dos cuerpos cayendo sobre la nieve.

– YA CÁLLATE!!!!! TE VOY A MATAR, ESCUCHASTE!!! TE MATARE SI VUELVES A CANTAR ESA ENDEMONIADA CANCIÓN!!! – Gritaba mientras sostenía a su compañero que luchaba por quitárselo de encima – TE MATARE A TI PRIMERO Y LUEGO A ÉL, POR TRANSFORMARTE EN ESTO!!!!

– Sir… Sirmiq!!! Cálmate!!! Sólo es una canción!!!! – se quejaba el oji-verde, ejerciendo fuerza para empujar lejos a Sirmiq y correr lejos del pingüino enfurecido, sin entender por qué trataba de matarle cuando sabía bien su gusto por aquella película clásica, inclusive del espectáculo montado en la privacidad de su iglú en una de sus visitas.

– NO ES LA CANCIÓN… ES EL TRASFONDO QUE TIENE!!! – Gritó Sirmiq tratando de alcanzar el cuello de su compañero a cualquier costo – POR NUESTRA AMISTAD!!! DÉJAME ACABAR CON ESTA PATÉTICA FACETA TUYA!!!

– SABES QUÉ?!! OLVÍDALO!!! Entrega tu solo los informes, yo me voy… estas muy alterado, supongo que olvidaste tomarte tú té ¬.¬ – Murmuró el oji-verde empujando lejos a su compañero, levantándose de la nieve y sacudiéndose las plumas, dispuesto a retirarse del lugar… sin duda alguna Sirmiq era un histérico amargado que no podía ver feliz a nadie más, mucho menos a alguien cercano.

– NO OLVIDE NADA!!!! – Gritó el de cejas amarillas levantándose y siguiendo a su compañero de cerca, dispuesto a borrarle esas ideas absurdas sobre el amor y terminar con su triste y patética existencia…

– Si, si lo hiciste y… – antes de que le diera alcance, Iqniq comenzó a correr en sus dos piernas a todo lo que le daban, siendo perseguido por su compañero de trabajo – ALÉJATE DE MI!!!